Canadá Suspende los Caminos a la Residencia Permanente para Cuidadores de Niños
Para sorpresa de numerosos cuidadores de niños extranjeros, esta semana el gobierno de Canadá anunció drásticos cambios en el programa que afecta su proceso inmigratorio. A partir del 29 de noviembre de 2019, se dejarán de aceptar solicitudes para la residencia permanente por parte de niñeros de otros países que se desempeñan en hogares canadienses.
Debido a que el programa exige a los aspirantes tener dos años mínimos de experiencia cuidando niños en Canadá a tiempo completo para ser elegibles, los trabajadores que se encuentran actualmente en el país pero que no cumplirán los dos años para el 29 de noviembre de 2019 no podrán enviar una solicitud. Esto reducirá ampliamente sus posibilidades de obtener la residencia permanente, ya que su trabajo se considera no calificado y por ello no pueden participar de programas nacionales o provinciales para trabajadores calificados.
Diversas familias canadienses han expresado su preocupación ante esa situación. La promesa de una residencia permanente es muchas veces el incentivo principal para que un extranjero decida asistirlas en el cuidado de sus hijos. La cancelación de dicha oportunidad a futuro podría volver dificultosa la tarea de conseguir al cuidador de niños dedicado y dispuesto a realizar la tarea a largo plazo que tanto necesitan numerosos hogares canadienses.
Además de la restricción que entrará en vigencia en noviembre de 2019, se han agregado nuevos requisitos que dificultarán la obtención de la residencia para quienes sí cuenten con dos años de experiencia para la fecha y sean elegibles. Los cuidadores deben demostrar su dominio del inglés o el francés con la aprobación de un examen impartido por una agencia de evaluación de lenguajes avalada por el gobierno canadiense. A su vez, se les requiere presentar un diploma o certificados de estudios post-secundarios con duración mínima de un año. El comprobante de estudios debe haber sido expedido por una institución educativa canadiense y, de ser de origen extranjero, es necesario que una agencia- también aprobada por el gobierno- certifique su equivalencia con un diploma o certificado canadiense.
Preparar y rendir un examen de idiomas y completar estudios post-secundarios en Canadá o tramitar la aceptación de un título emitido en otro país no solo resulta costoso; representa, además, una gran inversión de tiempo para extranjeros cuyo oficio de cuidadores suele demandar muchas horas dedicación. De este modo, los nuevos requisitos hicieron de la aplicación a la residencia permanente un proceso más dificultoso de lo que era en 2014, cuando se lanzó el programa actual para cuidadores.
Queda todavía por verse si el gobierno nacional desarrollará en el futuro un nuevo programa para cuidadores de niños. Por lo pronto, la cancelación del actual programa a partir de noviembre del año entrante podría ser un contexto idóneo para que se empiece a incluir a los cuidadores de niños en los programas para trabajadores semi-calificados de los gobiernos provinciales.
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